PaleoVida
EL SÍNTOMA NOS RECUERDA QUE SOMOS LO
QUE COMEMOS.
Nuestra
forma de comer, la cantidad de veces que comemos al día y el ejercicio que
hagamos tienen un gran impacto en nuestro bienestar físico pero también mental.
Dicho de otra forma, si no comes bien y no te mueves, es imposible ser feliz.
Tu cuerpo sufre un proceso de <<saturación>>, donde órganos vitales
como hígado, intestino, páncreas y riñones no pueden trabajar en un ambiente
favorable. Viven en una situación inflamatoria y ahí nuestro cerebro sufre un
estado de carencia de energía.
Cuando en
nuestro cuerpo aparece un síntoma como un dolor de cabeza, un dolor de regla,
un eczema en la piel, acidez… nos está diciendo que algo no va bien. Estas
señales deberían servir para cuestionarte hasta qué punto tus hábitos a la hora
de comer y moverte tienen un impacto en tu problema.
Apagar
únicamente el síntoma con un medicamento no hará más que demorar la aparición
de otro síntoma peor, sin aportar una solución real.
Cualquier
proceso de mejora y/o curación de cualquier síntoma pasará forzosamente por
cuidar nuestra forma de comer, la cual nos ofrecerá los nutrientes necesarios
para ayudar a nuestro cuerpo a recuperarse por sí mismo.
En cuanto a
nutrición, no hay término medio: hay nutrientes que inflaman y nutrientes que
desinflaman, comprobado científicamente. Y la inflamación va mucho más allá de
estar gordos o no; tiene que ver con la salud.